"Para sentirnos bien, tenemos que
comprender que nuestra característica fundamental es la paz. Siempre lo
ha sido y siempre lo será.
Por desgracia, las exigencias, los
compromisos, las obligaciones y las responsabilidades del día a día nos
limitan y ocupan un lugar tan prominente en la conciencia que no nos
sobra tiempo para dar crédito al potencial de ser pacífico.
El
ser posee alas y quiere volar. En ocasiones consigue batirlas para alzar
el vuelo, pero quizás no tenga suficiente seguridad para, al abandonar
su rama, permanecer volando de verdad sin caerse.
¿Qué sucedería
si un pájaro batiera sus alas, pero las garras no se soltaran de la
rama en la que se encuentra? No volaría y sólo se cansaría. El cansancio
y la frustración caracterizan el estado de la persona que no tiene fe
en su propia capacidad de volar libremente y sobre todos los obstáculos.
Se mantiene agarrada a las ramas del apego que generan una ilusión de
seguridad.
El primer paso consiste en
aprender a valorar las características de tu personalidad que podrían
conferirte una seguridad real, independiente de bastones y de ramas. Las
verdaderas cualidades intrínsecas del ser espiritual: la paz, el amor,
la seguridad, la felicidad…
El segundo paso consiste en
comprender que los defectos y las flaquezas forman parte de un estado de
conciencia que ya no voy a nutrir ni desarrollar. Comprendo que es un
estado de conciencia erróneo y basado en la identidad falsa del ego.
Cuando
alguien está construyendo una casa nueva, todo su amor y esperanza se
dirigen al nuevo hogar. El viejo se olvida rápidamente.
Generando
una visión poderosa del nuevo ser, todo el interés se dirige al futuro,
hacia aquello en lo que me voy a convertir y el pasado ya no tiene
fuerza para hacerme retroceder."
http://www.brahmakumaris.org/spain/interactive/reflexiones/detail.html?itemid=28915121-3b5e-496f-ae55-442ccc975d97