Si hay algo que rechazo plenamente es el control de los demás, más todavía si se realiza de forma destructiva... la libertad es algo tan precioso que nadie debería poderla robar. Por eso añado este texto en relación a una secta que no mencionaré pero cuyas pistas nos llevan a poder detectar vendedores de humo que sólo aspiran a emplear el conocimiento meditativo y liberador para todo lo contrario...
"Las sectas destructivas, son un movimiento totalitario que se suele presentar bajo variadas formas, tales como representantes de religiones, espiritualidad o centros de meditación y pensamiento positivo, lugares que ofrecen cursos para liberarse del estrés, autoestima etc.
Exigen a sus adeptos absoluta obediencia o dedicación a sus alumnos y profesores. Emplea técnicas de manipulación, persuasión coercitiva y reforma del pensamiento, con el único fin de conseguir los objetivos de los líderes de la organización. Como resultado sus miembros sufren de una dependencia total al grupo, son dañados psicológicamente, anulando o disminuyendo su voluntad y raciocinio (pensamiento crítico).
Suele conseguir la ruptura del adepto con sus vínculos familiares, de pareja, sexual, amistoso, social, de ocio, de trabajo, etc. Bajo presión y manipulación psicológica al adepto, consiguen que éste acabe dando a la organización una parte o la totalidad de su patrimonio económico (dinero, sueldo, bienes, propiedades, herencias, etc.).
Debido a la modificación del pensamiento, a la manipulación y alteración de las emociones y sentimientos, que se puede definir como “Síndrome de Adoctrinamiento Sectario”, al adepto le van implantando gradualmente, (sin que se de cuenta), toda tipo de miedos y fobias. Miedo al “fin del mundo”, al mundo exterior (fuera de la organización), a la compañía de personas que son ajenos a la secta, miedo a fallarle a Dios, miedo a enamorarse, miedo a Dios (como Juez Supremo). Otro aspecto importante es la manipulación de la sexualidad con la finalidad de controlar a sus adeptos.
Sus miembros suelen sufrir de privación del sueño y cansancio extremo, dieta muy baja en proteínas, fundamental para la “manipulación mental” también difundida como “lavado de cerebro”. Ya que con las defensas psíquicas y físicas bajas, se quebranta la voluntad del adepto (pensamiento crítico) así es más vulnerable a aceptar nuevas ideas y conceptos.