Cuando andamos conscientemente sobre la Tierra, los árboles, los arbustos, las flores y la luz del Sol nos nutren. Tocar al tierra es una práctica muy profunda que puede ayudarnos a recuperar nuestra paz y alegría. Somos hijos de la Tierra, dependemos de ella, y ella depende de nosotros. Toca la tierra alegremente, con alegría y concentración.
Una de las mejores formas de hacer ésto es practicando la meditación andando. Andamos lentamente, masajeando la Tierra y sembrando simientes de alegría y felicidad a cada paso, al tiempo que seguimos nuestra respiración.
(Thich Nhat Hanh, Sintiendo la paz)
No hay comentarios:
Publicar un comentario