Elevando un poco más la visión, como si desplazáramos nuestra consciencia en un eje vertical y observáramos esa situación desde una posición más elevada, empezamos a vislumbrar que no se trata de un problema, sino de un reto. Un reto conlleva también una oportunidad de fortalecernos y progresar, usando nuestros recursos internos para afrontarlo y superarlo. Viendo la situación como un reto, también experimentamos el estímulo de superar y vencer un desafío. El coraje y la determinación incrementan en nuestra actitud.
Si seguimos elevando nuestra visión, si observamos la escena desde la estabilidad y quietud del estado de un observador desapegado, entonces descubrimos que esa misma situación no sólo es un reto y una oportunidad, sino que es un regalo. La vida me ofrece una perla de sabiduría en la forma de un reto o desafío, pero sé que detrás de las apariencias se esconde un precioso regalo diseñado exclusivamente para mí, lleno de secretos que me van a permitir alcanzar nuevos horizontes de entendimiento y realización.
(reflexiones espirituales de la web de Brahma Kumaris)
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