"¿Qué hace que unas parejas funcionen y otras no?
¿Qué da estabilidad a una relación y a otras no?
Para lograr una relación de pareja, se necesitan cuatro cosas. Cada una de ellas es importante y ninguna puede reemplazar a otra.
Lo primero es el amor. En el enamoramiento se crea un primer vínculo entre dos personas y las impulsa a empezar una relación. La consumación sexual sella este vínculo. Después de un tiempo, uno se da cuenta de que el otro no es perfecto, de que tiene sus luces y sus sombras, al igual que uno mismo. Es un acto de amor asentir al otro tal como es, a sus raíces familiares, y también a su destino que es distinto del propio.
Lo segundo es la presencia. Es la experiencia de caminar juntos. Si uno de los miembros de la pareja no está presente, el otro se siente solo, no visto. A veces, uno sigue “enredado” en una pareja anterior y eso hace que no esté del todo presente para su pareja actual. También puede que se encuentre inmerso en una dinámica que le hace “mirar atrás” y prestar más atención a su familia de origen que a su familia actual.
Lo tercero es la responsabilidad. Una pareja es una relación entre iguales. Cada uno debe asumir su parte de la responsabilidad respecto a la relación. Cuando uno exige al otro a que le dé lo que sus padres no le dieron, se coloca en una actitud infantil. De esta forma no se hace responsable de sus propias carencias y necesidades, cargando a su pareja con sus exigencias. De la misma manera, se crea una relación desigual cuando uno se siente responsable por el otro, como si fuera su padre o su madre.
Además está el aprecio. Como aprecio al otro, también aprecio lo que me puede dar, y lo tomo agradecido. Cuando desprecio al otro, se crea un desequilibrio entre el dar y el tomar. Se empieza un intercambio de descalificaciones, insultos, reproches, etc. que amenaza la continuidad de la pareja".
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