El Saludo al Sol es una de las primeras series que se aprenden en las clases de yoga, por eso lo conocemos bien. Al realizarlo notamos cómo se nos activa la circulación, sudamos y parece que nos cansemos, pero qué extraño, sorprendentemente nos sentimos llenos de energía y agilidad al terminar.
A continuación veremos un esquema recordatorio de la rueda de asanas que lo integran y unos datos interesantes sobre esta serie del blog de Rubén Soto.
Origen
El
Saludo al Sol o Surya Namaskar (pronunciado correctamente en español
como: “sūrianamaskāra”) es una vinyasa (secuencias de posturas,
movimiento continuo o sincronización de movimiento con
respiración) de Hatha Yoga (Yoga físico). Su
traducción literal en sánscrito sería “Surya”
Dios del Sol, “Namah” reverencias y “Kar” realizar. Por lo
tanto su traducción sería realizar reverencias al
(Dios) Sol. Además en la mitología hindú el sol
(el astro rey) es adorado como símbolo de salud e
inmortalidad. El Rig Veda declara: "Surya es el Alma de los
seres animados e inanimados".
Aspecto
energético
Tradicionalmente
los yoguis lo ejecutan al alba, de cara al sol y en un ambiente
agradable y armónico. El sol es un símbolo que
representa la luz interior que todos llevamos dentro, inclinarnos
para saludarlo es una practica de profundo respeto y reconocimiento
hacia esa luz que somos. Los movimientos de doblar y desdoblar son,
en realidad, un tributo a la creación.
Al
desarrollar un elegante flujo de movimiento armonizado por la
respiración, estas posturas enlazadas llegan a convertirse en
una meditación en movimiento. En el aspecto energético,
el Saludo al Sol regula e incrementa el flujo de las energías
vitales, en el aspecto mental, proporciona un profundo estado de
serena receptividad.
Si
la ejecución es lenta y atendiendo a los diferentes detalles
técnicos (de una manera serena) de las asanas que lo componen,
se estará desarrollando la energía mental, también
denominada energía lunar.
Si
por el contrario, el ritmo adquirido en la ejecución del
Saludo al Sol es rápido y vigoroso, pudiendo llegar a incluir
saltos como transiciones entre una asana y otra, se estará
desarrollando la energía vital o solar.
Ambos
tipos de energía, la mental y vital (lunar y solar), son las
que se activan y equilibran en la práctica del Hatha Yoga, el
“Yoga del equilibrio”, denominado así debido a que una de
sus funciones principales es la de proporcionar el equilibrio entre
ambos tipos de energía.
Si realizas más de una serie en
diferentes momentos del día y con diferentes ritmos (sereno o
vigoroso) notarás el cambio de un aspecto solar a otro lunar;
posiblemente aquella que más trabajo te cueste realizar es la
que más necesitas en ese momento del día.
http://rubenbsoto.blogspot.com.es/2011/09/saludo-al-sol.html#more
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